Enamorarnos de la tecnología para transformarla en alas de libertad

| miércoles, 6 de julio de 2005

Políticas de Acceso Universal en América Latina / Henoch Aguiar. Taller “Servicio Universal en América Latina . La Paz-Bolivia, 21 de abril de 2005

A continuación resumo (poco por la riqueza de los detalles) la ponencia de Henoch Aguiar en el Taller realizado por Regulatel en La Paz en el mes de abril.

_____________________________________________

El tema es Políticas de Acceso Universal (SU) en América Latina. No se si ustedes se han fijado en la potencia del término universal. Primero, tiene un gustito como de 1920, Compañía de Seguros la Universal, universal suena como muy ecuménico, casi religioso. Aún más, existe más, me fijé, existe la Iglesia Universal del Reino de Dios. Los títulos a veces engañan y esconden realidades bien diferentes. Su creador de esta iglesia, un tal Edir Macedo fue encarcelado en Miami en 1922 por fraude y charlatenería, una joyita.

El objetivo de este seminario es que no nos pase lo mismo que a Macedo, o sea que declamemos un SU que tenga después realidad infinitamente más modestas, parcas y poco mostrables.

Porque hablar del SU en América Latina es hablar a la vez de lo muy lindo, de lo más lindo y de cosas feas. Fue muy lindo insertarse ayer en las montañas y encontrarnos con el indígena que transformó una choza para poner un teléfono en un emporio comercial gracias a una propinita (1), este que generó todo un emprendimiento de teléfono

Es muy feo saber que, por ejemplo, empezando por casa, en Argentina, Brasil o Bolivia millones de dólares destinados al SU quedaron en alguna cuenta nacional y a veces todavía no fueron utilizados para la gente que lo necesitaba durante mucho tiempo.

Es muy lindo ver cuando hay debates en donde prestadores y gobierno pujan y se pelean para ver quien encuentra la mejor manera, la más eficiente para reintegrar la sociedad a comunidades que estaban alejadas.

Es muy feo cuando el servicio universal se transforma en botín, en uno de los modos en que algunos prestadores buscan o bien trabar el nacimiento de sus competidores, o bien son incapaces de reconocer el bien hecho por los que vinieron antes. A mi me ha pasado, por ejemplo, en la Argentina cuando se establecía el SU que se iba a administrar de manera independiente, recibí una presión terrible para pasar el 1 al 3% y directamente a la caja del incumbente, eso es una muestra.

Después en muchos países se ha dado y todos los prestadores dicen: “yo no se si debería pagar de SU, porque, la verdad es que a mi no me corresponde, yo vine aquí para competir”.

Construir un modelo de ganancia para todos

El servicio universal es un espacio de muchas esperanzas y también un espacio de tensión, de lucha y de conflicto. ¿Dónde estamos? Estamos en una circunstancia diferente, está cambiando, en donde en muchos países se cuestiona la validez social y política de las privatizaciones y capitalizaciones de los 90, no es un tema poco común.

Este sector debe demostrar, nosotros debemos demostrar, que podemos ofrecer el triple win (ganar-ganar-ganar), un win para la sociedad que lo recibe, un win para el gobierno que lo impulsa a este sector y un win para las empresas que brindan el SU. El SU es la herramienta más obvia que podemos utilizar para revigorizar la legitimidad del sector ante la sociedad.

Un esquema institucional transparente y ágil

La institucionalidad es muy importante porque los montos en juego y los propósitos del SU son tales que hacen que el SU no pueda ser administrado solamente por el regulador, ni por la autoridad política de ese regulador, ni por los prestadores solos, ni por los representantes sociales solos. Ninguno de ellos solos puede hacer algo y estar tranquilos frente a la opinión pública, pero más, tampoco dos de ellos. Cualquier mezcla no funciona, con tres excluyendo a uno también la mesa tiene problemas para estar estabilizada. Si todos estos actores no están el manejo del esquema va a generar suspicacia.

El cuerpo institucional que administre y aplique estos fondos tenga o busque tener en el tiempo las siguientes características:

  1. Ser plural y representativo de los actores sociales que puedan requerir este servicio, ya sea a nivel de consumidores o de comunidades o de responsables políticos. Con la participación de dos o tres representantes de los prestadores de comunicaciones para que se vigilen mutuamente entre si y a su vez entre todos vigilen al Estado, mientras más ojos hay, mejor control.
  2. Contar con un esquema institucional abierto, transparente, donde no haya nada que se pueda ser ocultar, todos intervienen, no sólo para controlar en la visión negativa, todo bajo control en la sociedad de vigilancia, sino en la visión positiva.

Es mucho más fácil que el SU rinda frutos, que tengan sabor a miel para la comunidad civil si todas estas inteligencias están juntas, porque todas ellas tienen algo que decir. Esto puede ser muy bonito si lo armamos bonito, pero como decían mis abuelas “billetera mata galán”. ¿Quién debe tener los fondos?, el Ministerio de Economía, el Secretario de Hacienda, alguna cuenta pública, no, ninguna, porque siempre hay urgencias, siempre pasa algo en donde justo hoy andaba débil de caja para unas carreteras, etc.

Lo ideal sería un fideicomiso nacional o internacional aún más distante de ser posible con cadenas jurídicas y con grilletes que le impidan a esos fondos irse de farra a algunas otras fiestitas del poder, que están destinado a esto, a la fiesta de las telecomunicaciones en la inclusión social.

No exagero. Si no hacemos las cosas con este criterio (no necesariamente de esta manera, solo estoy dando ideas), con este criterio de pluralismo, de intuición, de apertura nos va a ir muy mal. Todos sabemos que se ha aumentado la brecha de la pobreza en muchos países de América Latina. Hemos avanzado en crecimiento económico, pero no en reducción de las desigualdades. Si lo que está destinado para reducir esas desigualdades es administrado de una manera tal que genere la posibilidad de sospechar ya andamos mal y si la sospecha es fundada no estamos suicidando.

De verdad tenemos que hacer algo, porque la sociedad tiene derecho a participar, porque le importan, porque los fondos provienen de ella que es la que paga los servicios. Los prestadores también lo pagan, intermedian en este tema. Es plata que pueden destinar para sus propios objetivos. Lo ganaron de buena ley.

Tenemos que hacer algo. Primer punto, un esquema institucional transparente y ágil con capacidad de decisión. Muchas cabezas para tomar una decisión, pero no demoren un año y medio, porque la tecnología ya pasó, hay que estar en el filo de la tecnología no sólo cuando uno quiere brindar servicio a los clientes.

Un objetivo ampliado

La concepción de acceso y servicio universal data de una década y media, dos décadas como mínimo, implementada por varios países, y es lógico todo empezó así. Aún Al Gore cuando empezó a hablar hablaba de las autopistas de la información y punto. Se suponía que automáticamente la gente con la autopista sea algo inteligente. Hoy en día no es tan así. No hemos pasado solamente, como decía Nicolás Negroponte, de átomos a bits, sino que hemos pasado de la conectividad como meta a la inclusión digital como meta. No luchar contra la brecha digital no se lucha contra la negativo. Se lucha por lo positivo.

“Hemos pasado de la sociedad post industrial a la sociedad del conocimiento y de la información, o sea los fierros no bastan, si importa es una persona sensibilizada, entrenada a hacer cosas nuevas, porque tiene nuevas herramientas, una cosa especializada”

El objetivo ampliado tiene que ver con estas nuevas inclusiones en el órgano de administración, porque en los responsables públicos obviamente están los responsables del ministerio del ramo y el ente regulador.

Es fundamental llegar con servicios de telesalud a lugares donde la vida depende de ellos, donde no hay diagnóstico, todos ustedes lo saben. Educación, interior, por el tema tanto de la seguridad como el tema de el gobierno electrónico en los municipios, la gente de trabajo. Implementar pequeñas y microempresas para personas que no tienen ninguna posibilidad de acceder a un trabajo industrial o de servicios y que tiene que encontrar la manera de desarrollar nuevos emprendimientos agropecuarios. Tenemos que incluir a toda esta gente.

Qué pasa si no lo hacemos. Doy el caso de la Argentina. Había una oficina sobre el manejo de software y nadie se ocupaba de nada, sólo reunirnos nos llevaba tres meses. Licitaciones hechas que no servían para nada. La provincia de Buenos Aires, que es un gigante de casi 500.000 kilómetros cuadrados licitó a una empresa de datos en los tempranos 93 y 94. Se hizo la licitación, se instalaron las cosas. No se después, pero durante fácilmente dos años los técnicos de las empresas que habían provisto los servicio enviaban mensajes falsos, la operaron en falso. No fueron miles de dólares, fueron algunos millones. Una red al lado donde desembocaban de ese lugar había dispensarios, hospitales, escuelas etc., que jamás recibieron nada ... un disparate atómico.

Coordinación interestatal

Si expusieran juntos todos los montos destinados a informática y comunicaciones dentro del Estado y los administráramos no de manera centralizada, pero de manera organizada, creo que con el ahorro generado por la no duplicación de gastos se financiaría toda la inversión necesaria para pegar el salto al gobierno electrónico, digitalizar toda la base de datos y generar toda la base de datos.

El sector salud no tiene por qué saber de esto, no es responsabilidad de salud. Los que tienen que decir algo están dentro de los gobiernos, es necesario unificar las decisiones, no se tira margaritas a los chanchos, no se tira la comida habiendo pobres al lado que podrían comer. Se están mal utilizando los recursos técnicos y económicos del Estado, simplemente por falta de cooperación intergubernamental. Este es nuestro rol como sector.

Tenemos que trabajar con los líderes y las ONG, que son las que le van a dar sentido, ¿por qué? porque si se pone un teléfono en algún lugar, una población alguien lo tiene que adoptar. Ese equipamiento lo tiene que administrar, encontrarle su mejor uso social. Tiene que intentar llevarlo a la autosostenibilidad . No queremos entregar a la comunidad tecnología huérfana, equipitos sin apellido, alguien que se haga cargo, la tecnología sino es simplemente un monto de kilos con potencial derrumbre.

Una visión integrada

El otro tema es una visión integrada, porque en algún momento en los 90 se habla casi exclusivamente del mercado, con mucha fuerza del mercado y el mercado lo iba a hacer todo.

En el 2000 se ha cuestionado bastante que el mercado no ha resuelto la necesidad de aquellos que no pueden acceder al mercado por falta de capacidad económica y porque ya empiezan a sufrir hoy la brecha digital, porque vienen sufriendo las otra brechas desde hace 500 años (hambre, falta de educación, salud, etc.).

Yo no se cuál es la ideología de cada uno de ustedes, les propongo ser redistribucionistas, decimonónicos y competidores acerados en mercados abiertos.

Las dos cosas a la vez, porque es completamente falsa la antinomia SU vs mercado. Será criminal poner un solo centavo a donde el mercado puede llegar, porque acá los objetivos de su no se consiguen todo el mañana tiene un plazo.

En la frontera en que se que la regulación no está funcionando bien, que es problema de los reguladores, si no le hemos empujado vamos a darle plata (sería una estupidez) sacarle plata a aquellos que tienen que podrán pagar estos servicios para nosotros ir más lejos.

La obligación del regulador es abrir el marco jurídico para permitirlo, porque muchas veces nuestras propias reglas impiden lo que nosotros deseamos. Discutíamos hace unos meses en CITEL el problema de gente que dice que quiere instalar en una comunidad rural para dar telefonía, es que no se puede, tiene que cumplir estas obligaciones, el marco jurídico hoy en día impide que aquel que tiene ganas de ir a hacer aquello que esperaría recibir ... a este señor, que tendría que aplaudir y darle una medalla ... no lo puedo ayudar!!

Si dividimos claramente las zonas de mercado de las zonas de no mercado vamos a encontrar la mejor manera de que el servicio universal no genere distorsiones entre los prestadores ese es uno de los temas importantísimos. Todo el mundo dice sí intervención para redistribución, pero por neutralidad competitiva. Porque vamos a tener una zona de mercado donde la regulación la empuje y donde el estado cobra los montos para el servicio universal una zona de una mercado incipiente o potencial, es decir, bajísima teledensidad, bajo nivel de servicios donde a los prestadores que vayan allí sean grandes, sean chiquitos, incumbentes, no incumbentes uno dice: muy bien! Porque esos ciudadanos tienen comunicación pero es de segunda o de tercera, no son ausentes son marginales, tienen muy poco casi nada ancho de banda, al que vaya a prestar servicio allí, bien, yo te subsidio, pero quizás te quito algunas cargas y donde no hay ninguna posibilidad de que vaya nadie en los próximos 10 años, ahí sí sacamos todos nuestros fondos.

En el sector empresario la regulación tiene metas claras: donde puede haber un potencial de negocio es competencia pura y en algunos casos impulsada, favorecida. El dinero que de verdad se saca de ese mercado va a aquellos que no tienen ninguna posibilidad de ir adelante.

Esto significa que los reguladores debemos dilapidar la plata del servicio universal, la plata de los pobres, decíamos recién un primer caso, la otra es adecuar a costes la estructura de precios al público y de costos de interconexión, porque sino el que no se haya echo un rebalanceo tarifario significa que hay unos subsidios cruzados muy raros por ahí, que pueden terminar tirando por la borda todos nuestros objetivos de servicio universal, o sea tenemos que eliminar los subsidios cruzados, tenemos que tener costos racionales, tenemos que adecuar la estructura de precios al público a los costos verdaderos.

Un conflicto se da cuando el operador rural tiene estructuralmente derechos inferiores al que tienen los demás prestadores porque si le va mal lo tenemos que ir subsidiando siempre, pero si le llega a ir bien apenas saca la cabeza del agua se quedó allí, le impedimos salir, tiene que estar todo el día con el agua hasta la boca, le permitimos nacer pero no crecer y la idea del servicio universal no es la de encapsular un área no es la de marginar un área sino todo lo contrario, que a través de esa primera ayuda pueda ser incluido en el mercado lo antes posible para así liberar fondos para cubrir otras necesidades, o sea una tarea permanente de la política y de la regulación es recrear, incentivar la demanda, no trabajar solamente a través de la oferta pero para eso hay que tener reglas claras.

Un régimen universal

La ultima idea. Porque en materia de servicio universal hemos tenido diferentes mecanismos utilizados a lo largo del tiempo, sobre todo en la época de primeras y tempranas privatizaciones y capitalizaciones, se establecían obligaciones de servicio o subvenciones cruzadas de larga distancia sobre el local o tarifas por déficit de acceso entre otras cosas tarifas por déficit de acceso en EEUU y finalmente los fondos por servicio universal.

O sea que venimos de un pasado donde los prestadores tenían obligaciones diferenciales hechas a medida para cada uno y deberíamos ir paulatinamente, en la medida en la que nuestros marcos regulatorios lo permitan hacia un esquema de obligaciones idénticas para todos los prestadores al menos de cara al futuro porque las pautas individuales por prestador generan problemas, no sé si coincidirán conmigo los que son originarios de esos países pero el avance de Perú y México se han visto algo afectado por el incumplimiento de los objetivos impuestos a los operadores, como son particulares como que se van negociando de a uno no tienen la relevancia que deberían tener.

Además uno establece objetivos por prestador, lo establece desde el órgano regulador y en un momento dado de la realidad, qué pasa con esos objetivos se cumplen o no se cumplen, para saber eso podemos tomar un modelo paralelo, en Perú cuando se va a hacer una licitación se asigna un monto teóricamente disponible para esa licitación, si uno suma todas las licitaciones hechas ve que más o menos el monto usado ha sido del 50% del monto disponible o sea que para proyectos específicos y chiquitos cuando el revolvedor se puso a calcular la potencia del mercado permitió abaratar un 50% . Por lo cual en un tema diferente pero parecido ya nos damos cuanta que cuando el regulador se quiere hacer al gran planificador le pasa lo que le pasó a Bill Gates en Motorola con Iridium, había variables que no calcularon Iridium se transformó en chatarra espacial, entonces es mucho más interesante tener esquemas flexibles y no individuales, mucho más universal, además de que el traje a medida en telecomunicaciones no huele muy bien una red universal es mucho más transparente, huele mejor, desde el punto de vista administrativo nos vamos a dar cuenta de que la eficacia en la utilización de los fondos va a ser mucho más alto utilizando fondos y aplicándolos directamente que con estos grandes acuerdos en donde muchas cosas se enjuagan cuando hay renegociación de contratos por una y otra causa entre un prestador particular y el Gobierno.

Aun más, para seguir atacando esta idea de que el regulador y el prestador pueden decir cómo debe ser la prestación del servicio universal, así como se gasta menos plata por un mecanismo dinámico como utilizan Perú y otros países, también se ha constatado que los proyectos de servicio universal que se han iniciado tienen una tasa mucho más baja de fracasos cuando no son los que inventó el regulador o el prestador sino que fueron los que la comunidad local exigió, cuando se fue la comunidad local y se preguntó hubo un flujo de comunicación y no un: “toma mira lo que te traigo, un reglado de arriba”, es cierto, el paciente no tiene por qué saber de medicina pero es al paciente a quien hay que preguntarle donde le duele es lo mismo aquí como en otras cosas.

Conclusiones

Quiero decir que toda esta idea, si van viendo, es abrir el órgano de control abrir el concepto de servicio, transformar una cosa más universal y transparente y más equilibrada entre todos los prestadores, pero esto no es solamente generar un cambio en la manera operativa es generar un cambio en la dinámica, en vez de impulsar el servicio universal de arriba para abajo, en vez de dar hacer que el otro lo pida y lo va a valorar infinitamente más, no podemos seguir trabajando una especie de disociación entre lo técnico y lo social, porque sino vamos al fracaso en nuestras propias inversiones.

Bien, para terminar y antes de que me echen, algunas propuestas: tres ya han sido dichas, el consejo de administración rural y si el régimen jurídico no lo permite, uno siempre se puede invitar a gente que asista sin voz ni voto pero escuchándola como si tuviera voz y voto, nunca jamás es lo formal aquello que impide que la verdadera participación suceda.

Y después pasar de la idea de servicio universal que se fija en el medio al de inclusión digital como fin, aunque nosotros del sector de telecomunicaciones vemos los medios para ese fin, pero nuestro fin es la inclusión digital, no estamos ahí para proponer chatarra.

Y quisiera proponer dos ideasadicionales, una es muy sencilla que es en la medida de lo posible que se pueda hacer sin cambio de ley, intentar generar un régimen en todo lo más simplificado posible para operadores rurales, dicho de otra manera, que alguien que tiene ganas de brindar un servicio y tiene un primo ingeniero que le diga como hacerlo y tiene la platita para hacerlo, con una sola vez que se venga con su camioneta haciendo 500 km. A la capital, que no tenga que volver, lo ideal sería que no tenga que ir, porque esa es la verdadera democracia federal, sino acceden al poder público los que están a lado y no los que están lejos, en caso de que así fuera que no tenga que ir más de dos veces, lo tenemos que aplaudir y no tenemos que decirle: venga de aquí a un mes...después me trae ... etc

La otra idea, estimados miembros de Regulatel, es una idea que iría en línea con la agenda digital para América Latina y el Caribe sobre la cooperación técnica horizontal, la idea sería proponer que todo miembro de Regulatel pueda pedir a otros dos reguladores que participen y auditen su administración y diseño de objetivos del servicio universal. ¿Vieron las ciudades hermanas? Cuando se hacen ciudades hermanas hay intercambio de funcionarios, unos van para un lado otros van para el otro, se empapan de cómo se hacen las cosas adentro; las ciudades hermanas, normalmente no son Paris y Londres. Entonces cada uno de los reguladores tiene alguna experiencia entonces alguien que está por lanzar todo esto dice: a ver esto me conviene, primero porque este sabe mucho de esto y aquel del otro, adquiero estos conocimientos, me las van a dar, yo también me comprometo a devolver, esto es bilateral y recíproco nadie sale estafado con este negocio, igual es un lujo tener que enseñar como se hacen las cosas bien si a uno lo llamaran.

Cada uno de los miembros pide, tiene cooperación, tiene otros ojos, tiene interlocutores que pueden ver lo que él no puede ver porque está inmerso en su propia realidad o hasta que puede decir lo que él no puede decir, aunque quisiera decirlo, eso desde el punto de vista de la eficacia. Ustedes saben que entre empresarios se hace mucho esto, cinco empresarios que no son competidores entre si, de sectores dispersos, cuando hay crisis todos hacen de asesor de éste, además son amigos que comparten su experiencia, bueno lo mismo para la cooperación, además nosotros no somos la Unión Europea.

Vayamos generando vínculos horizontales que permitan este intercambio entre las necesidades de algunos y los excelentes ejemplos que pueden dar muchos de los países de América Latina, ninguno tiene “La experiencia infalible”, seguramente, pero en alguna cosita si se es bueno, y en eso nosotros no así que nos puede ayudar, eso a la vez genera vínculos institucionales permanentes en lo que es más importante que la lucha contra la pobreza y marginalidad en América Latina, genera un ambiente regulatorio de intercambio que es interesante y por último genera más transparencia, porque o solamente son los internos que están, sino que es muy difícil intervenir en algo que va a ser mal manejado con algún nivel de voluntariedad a administraciones amigas.

Sería una idea maravillosa de cooperación horizontal en donde se utilizan los recursos ya existentes de las administraciones y se empieza a trabajar no yendo cuando nos convoque, la UIT, a una Cumbre en Tanzania o donde sea, empezar a trabajar no por el requerimiento las agendas internacionales sino cuando nosotros necesitamos, de tener una agenda propia que refleje nuestras propias necesidades y nos entrene a estudiar todo lo que se hace afuera, pero sobre todo entrenarnos a colaborar porque los que tenemos una región parecida o conflictos parecidos, los que podemos de verdad dar el hilado fino de lo que tenemos que hacer somos nosotros.

En definitiva todos tenemos un desafío, no importa la tecnología, no queremos imponer la tecnología a la gente sino que lo que queremos es enamorarnos de la tecnología para que la transformen en alas de liberad.


(1) Se hace referencia a la presentación de Ruddy Valdivia, quién contó una anécdota de un desempleado que se ofreció “voluntariamente” a cuidar la instalación de un teléfono en un área rural y que alrededor del mismo en poco tiempo contruyó un conjunto de servicios que le daban no solo trabajo a él sino a muchos familiares y amigos.

¿Un Sepia para TIC y desarrollo?

| martes, 5 de julio de 2005
El Seminario Permanente de Investigación Agraria (SEPIA) ha promovido la investigación y contribuido al desarrollo de recursos humanos ligados a la investigación del tema agrario durante los últimos 20 años. Esta experiencia es evaluada en el libro “SEPIA 20 años: evaluación y reflexiones” que cuenta con 2 extensos documentos de evaluación (institucional y de contenido) y con 20 cortas reflexiones. Este interesante documento fue presentado en el Instituto de Estudios Peruanos el Martes 21 de Junio, evento en el que los 2 evaluadores externos resumieron sus puntos de vista. La descripción aquí presentada se basa fundamentalmente en la evaluación institucional a cargo de Julio Berdegué[1] así como en las presentaciones escuchadas ese día y mi corta experiencia de pertenencia a SEPIA. A partir de la presentación de esta experiencia trataremos de explorar la posibilidad de replicarla para el caso del tema de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y desarrollo social.

SEPIA es, sin lugar a dudas, una rara avis ya que se trata de una institución “que promueve la investigación y el debate en el interior de la comunidad académica sobre temas agrarios y rurales, con una perspectiva multidisciplinaria, buscando la incorporación y formación de investigadores de distintas disciplinas, así como la publicación y difusión de resultados de investigación” (Berdegué p. 24). Pese a tener objetivos tan poco comerciales es una institución que no sólo ha sobrevivido sino que ha crecido y se ha afianzado a lo largo de 20 años durante los cuáles se ha visto caer el financiamiento de tipo institucional. Actualmente SEPIA reúne a una parte importante de los investigadores en temas agrarios en el Perú, tiene un ciclo ya establecido de investigación-presentación al que los investigadores se han acostumbrado, promueve a jóvenes investigadores, y sus publicaciones son tomadas como referencia por estudiantes y profesores universitarios.

En el área de uso apropiado de tecnologías de información y comunicación para el desarrollo se han estado haciendo algunas investigaciones en el Perú –mayormente ligadas a proyectos- pero hay muy poca accesibilidad a sus resultados, no hay una comunicación fluida entre investigadores dedicados al tema y pareciera que este tema “forma parte de otros” sin ser un tema de investigación por derecho propio. Podemos agregar –eso creo pero me gustaría ser contradicho- que no hay cátedras universitarias ni revistas académicas dedicadas al tema en el Perú.

La pregunta sobre la que quiero reflexionar aquí es: ¿podemos formar algún tipo de organización que agrupe a investigadores interesados en TIC y desarrollo, organice congresos regulares y publique los resultados de estos? No creo que eso sea algo que pueda contestar por mi mismo, pero un resumen de la experiencia de SEPIA puede servir para ilustrar cuáles serían parte de las condiciones necesarias para generar la organización referida.

SEPIA y su historia
Lo agrario es un tema de preocupación intelectual y académica en el Perú desde mucho tiempo atrás (i. e. Mariátegui)[2]. El proceso de reforma agraria dinamiza el tema produciéndose un gran crecimiento en el volumen y calidad de la investigación agraria. Entre 1976 y 1979 se realizan 4 seminarios nacionales en ciudades de provincia en los cuales “se hizo evidente la necesidad de fomentar y organizar el debate y el intercambio entre los investigadores, para analizar los avances logrados por las diversas investigaciones que de manera dispersa se venían realizando”. (Maletta p. 120).

En 1985 la Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales FOMCIENCIAS[3] encarga a Adolfo Figueroa –profesor de la PUCP- definir una forma de promover el intercambio interdisciplinario entre investigadores interesados en la problemática agraria y es allí que surge SEPIA. Desde el principio se empieza a formar lo que Berdegué llama el “núcleo básico” formado por 30 socios (20% del total) y 17 instituciones que participa constante y sistemáticamente de los seminarios y otras actividades.

Entre 1985 y 1993 SEPIA fue financiado por FOMCIENCIAS. Entre 1993 y 1999 pasó por un período de “vacas flacas” por no tener financiamiento global. Sin embargo esto no llevó a que se suspendieran las actividades típicas de SEPIA sino que se debió conseguir mucho más pequeños financiamientos. El hecho de que SEPIA haya sobrevivido es una prueba de su fortaleza, sin embargo, dice Berdegué “esta situación sólo puede considerarse como una medida de emergencia, puesto que exige una gran dedicación de tiempo ad honorem para la obtención de muchas pequeñas donaciones” (Berdegué p. 51). Desde 1999 ha tenido financiamientos que le han permitido sobrevivir, especialmente por sus bajos costos y eficiencia administrativa.

Las prácticas democráticas en la renovación de autoridades y el equilibrio entre continuidad y cambio en la conformación de Consejos Directivos le han permitido a SEPIA convertirse en una “organización robusta” en el sentido de ser una institución formada por reglas aceptadas colectivamente que se hace sostenible a lo largo del tiempo (Berdegué p. 43). Se ha llegado a estandarizar un “ciclo SEPIA” de dos años de duración entre seminario y seminario (seminario – réplicas en provincias – publicación – términos de referencia para siguiente seminario – becas a investigadores – seminario).

En resumen, SEPIA consigue surgir porque hay un tema de investigación establecido -el que tiene un “boom” a raíz de las transformaciones que se venían dando-, hay un grupo importante de investigadores que demuestra interés en generar un espacio común y se consigue apoyo institucional, el compromiso de sus socios, la buena administración y la prácticas democráticas y participativas de su directiva se muestran como condiciones de su continuidad.

Logros de SEPIA
Como dice Julio Berdegué “hay dos áreas en las que se puede afirmar sin temor a equivocarse que SEPIA ha hecho aportes sustantivos al Perú: (a) la producción intelectual y el desarrollo académico en temas agrarios y rurales, y (b) la formación de recursos humanos para la investigación y el desarrollo.” (Berdegué p. 26). Su aporte al desarrollo académico consiste en haber promovido la investigación y su divulgación dentro del país, consiguiendo que el Perú sea uno de los pocos países en América Latina en los que se da un análisis riguroso sobre las transformaciones agrarias; en que SEPIA se ha vuelto un eficiente mecanismo para el intercambio de ideas sobre los temas de su interés; en sus libros, que se han vuelto referencia obligada en universidades y ONG; en la promoción del debate y reflexión multidisciplinaria; y en haber estimulado que se agregara valor a la investigación que se estaba produciendo. En cuanto a la formación de recursos humanos, SEPIA ha empujado el desarrollo de nuevas generaciones de investigadores en temas agrarios a partir del concurso de becas y de ponencias, siendo además un espacio de formación continua debido a la interdisciplinariedad y a la introducción de nuevas temáticas o metodologías.

A esto habría que agregar aportes a las ONG por la difusión de temas y metodologías de investigación, y a muchos proyectos de desarrollo por darles justificación académica. En general, el principal aporte de SEPIA “ha sido la construcción de un espacio de diálogo entre personas provenientes de distintas disciplinas y ocupaciones”. (Berdegué p. 58).

Nos parece importante resaltar que se haya estimulado “un esfuerzo de muchas ONG, consultoras o departamentos universitarios, por <> a una cantidad de productos de proyectos de sistematización, diagnósticos, evaluaciones de impacto, etcétera, mediante un esfuerzo adicional de rigurosidad metodológica y analítica, para obtener un producto de investigación que arroje luces de validez más general, ahí donde sólo existiría un trabajo aplicado a alguna situación concreta.” (Berdegué p. 52-53). Así como en cuanto a cuestiones agrarias, hay mucha investigación en TIC y desarrollo que se queda al nivel micro por no tener donde mostrarse.

Debilidades de SEPIA
Ente sus debilidades se señala que SEPIA no ha logrado influir en políticas públicas en la medida de lo esperado – en parte por la ausencia de análisis prospectivo-; que, pese a intentarlo, no ha conseguido desarrollar a las universidades públicas de provincias; que ha tenido un sesgo que ha dejado parcialmente de lado la agricultura más moderna como tema; y que no ha conseguido ser tan interdisciplinaria como señalan sus objetivos, teniendo una mayor representación de científicos sociales que naturales.


¿Cómo se explica la sostenibilidad de SEPIA?
Según Berdegué grafica, “SEPIA desafía las leyes de la gravedad institucional: debería haber caído, pero no lo ha hecho” (p. 65). Para describir porque SEPIA ha sido sostenible presenta 10 razones explicativas:

  1. El núcleo fundador, formado por intelectuales y académicos de prestigio que se conocían entre sí y que se comprometieron con el proyecto de crear este “bien público”.
  2. Los Consejos Directivos integrados siempre por personas de muy alta calidad y comprometidas, y en los que ha habido continua renovación.
  3. El producto SEPIA estandarizado.
  4. Un nicho de mercado: la interdisciplinariedad.
  5. La ausencia de incentivos para el conflicto de poder ya que SEPIA no compite con las instituciones que lo apoyan y donde sus integrantes trabajan.
  6. El compromiso de un núcleo numeroso de socios que asisten a la mayoría de los seminarios, y colaboran y participan de muchas actividades.
  7. El compromiso de organizaciones aliadas que siempre participan de los seminarios y le permitieron sobrevivir cuando no hubo financiamiento externo[4].
  8. La renovación generacional lograda por la promoción de la participación de jóvenes profesionales.
  9. La renovación programática debido a la apertura a nuevos planteamientos en los seminarios, los que permiten la introducción de éstos en la práctica de los asistentes y en lectores de los libros.
  10. Los donantes, la eficiencia administrativa y los bajos costos.

¿Cuán replicable es SEPIA?
Creo que si reconocemos en el tema de TIC y desarrollo social algunas de las características que permitieron a SEPIA surgir podemos pensar que aprendiendo de su forma de actuar –lo que va más allá de este artículo- podríamos formar un espacio similar que promoviera la investigación en TIC y desarrollo social, apoyara su reconocimiento en el mundo académico, impulsara el desarrollo de nuevos investigadores y diera un espacio fecundo al intercambio multidisciplinario.

Puntos de partida
No he hecho un levantamiento de información sobre el estado de la investigación en TIC y desarrollo en el Perú, y esa sería parte de la tarea que tendríamos por delante, pero se puede afirmar que:

  1. El tema de TIC y desarrollo social está instalado en agenda. La simple instalación de infraestructura está bastante cuestionada y la búsqueda de alternativas para un uso eficiente de las TIC es constante.
  2. Existe un importante número de investigadores viendo temas relacionados a TIC y desarrollo. Estos investigadores vienen de distintas disciplinas como economía, sociología, antropología, informática o bibliotecología, conozco personalmente a una decena y he leído a otros más, y creo que en líneas generales existe la comprensión de que se requieren múltiples visiones y no visiones parciales para comprender el fenómeno al que nos enfrentamos.
  3. Existe muchísima “investigación primaria” –por llamarla de alguna manera- consistente en diagnósticos, evaluaciones o consultorías que no tienen dónde darse a conocer para crecer hacia ser un “producto de investigación que arroje luces de validez más general”.
  4. Ciertamente, si bien el tema TIC es importante a nivel político y de los medios, en el mundo académico este no está articulado: se trata el tema dentro de algunos cursos en varias carreras universitarias pero, salvo en Ciencias de la Comunicación, la preocupación por la temática no lleva a crear cursos específicos.
  5. Como ventaja frente a SEPIA, creo que si contamos con cierta permeabilidad en ambientes políticos y algo de experiencia haciendo influencia. Es más, el estar dentro del tema nos lleva a entender que a cada público hay que llegar con discursos apropiados, así no nos pasaría los que dice Berdegué tomando palabras de Álvaro Quijandría “que SEPIA escribe para SEPIA” (p. 56).

Proponiendo una agenda
Para formar un espacio como SEPIA para el tema de TIC y desarrollo necesitaríamos primero definir más claramente los objetivos. Para ello se requiere formar un grupo promotor en el que considero deberían participar personas que puedan “representar” a miembros de los distintos grupos que podrían estar en el “núcleo básico”. El grupo promotor debería tener, por ejemplo, miembros de universidades (PUCP y UP, por ejemplo), institutos de investigación (GRADE, IEP), ONG (ITDG, CEPES) e instituciones gubernamentales (DGIA).

Este grupo promotor tendría que empezar por buscar apoyo institucional y forjar una agenda de investigación a corto y mediano plazo. En cuanto a apoyo institucional considero que se debe empezar por interesar a las instituciones de las que formamos parte (muchas de ellas miembros de SEPIA por coincidencia) a impulsar este espacio. La agenda de investigación podría incluir temas tales como sostenibilidad de aplicaciones de TIC para el desarrollo, desarrollo de contenidos, telecentros como herramienta, accesibilidad e inclusión de minorías o grupos sub-representados, uso de software libre, la relación con espacios de participación, concertación y planificación del desarrollo local.

Luego habría que definir dónde y cómo hacer una especie de congreso fundacional, pero primero lo primero.

[1] Evaluación institucional de SEPIA / Julio A. Berdegué, Pilar Jano y Charlotte Renard. En: SEPIA 20 años: evaluación y reflexiones / SEPIA. Lima: 2005. pp. 17-110
[2] El contexto histórico presentado se basa fundamentalmente en: “Veinte años de SEPIA: una mirada a la investigación” / Héctor Maletta. En: SEPIA 20 años: evaluación y reflexiones / SEPIA. Lima: 2005. pp. 111-219
[3] No pude encontrar una página Web e imagino que ya está desactivada.
[4] El informe menciona a las ONG CBC, CEPES, CIED, CIP, CIPCA, CIUP, DESCO, GRADE, IDEAS, IEP, ITDG, SPDA, y a las universidades PUCP, UNALM, UNA, UNC y UNSM.

Revista latintel No2 ya está en línea

| viernes, 1 de julio de 2005
Se publicó ayer reciente número de la revista Latin.tel que aborda en esta oportunidad el tema del desarrollo de servicios de banda ancha.

Pueden bajar el documento en pdf aqui

Presenta artículos desde el punto de vista regulatorio y de mercado, entrevistas a expertos y notas breves sobre nuevas tecnologías y resultados de eventos internacionales.