En abril de 1996 hubo en Piura un congreso internacional de la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios) sobre bibliotecas públicas. A la vuelta de aquel congreso escribí un email/artículo titulado "Con Piura en el corazón"; lo envié a varias listas y amigos, e inclusive fue publicado en Junio de ese año en la revista IWE, ahora llamada El Profesional de la Información. En aquel texto expresaba la gran emoción que sentía luego de haber estado en dicho congreso y haber escuchado -entre otros- a Anahí Baylon de las Bibliotecas Públicas de Piura, a Alfredo Mires de las Bibliotecas Rurales de Cajamarca, a Evaristo Juares Ancajima bibliotecario en Tambo Grande.
No me cabe duda de que una de las experiencias que más me han inspirado en el trabajo ha sido la experiencia de bibliotecas rurales. No me ha tocado a mí caminar horas de horas con una alforja de libros, ni me ha tocado organizar grupos de lectura o leerle a los que no pueden leer, ni me ha tocado cuidar los libros o sanarlos. No, mi trabajo ha estado siempre más ligado a las nuevas tecnologías y al Internet. Pero me alegro mucho de haber podido compartir algunas reuniones con Alfredo y con muchos bibliotecarios rurales, así como con las muchas otras personas trabajando/viviendo con las Bibliotecas Rurales de Cajamarca. Su mística me ha inspirado siempre en mi trabajo con TIC para el desarrollo, pese a que ellos no fueran muy amigos de las TIC.
Ahora las Bibliotecas Rurales tienen blog, y allí pueden ir todos y todas a conocer más sobre esa fascinante experiencia.
Recuerdo una tarjeta de navidad que recibí de Bibliotecas Rurales en la que un anciano iba de la mano de un niño, el mensaje decía algo así como "tomamos la mano del niño sin soltar la del anciano". Me alegra saber que ahora toman las nuevas tecnologías sin soltar las viejas.
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