La verdad, a pesar de los grandes ahorros que podría generar el voto electrónico, es claro que, por mas eficiente que sea el sistema y por mas compleja que sea la tecnologìa, la confianza del ciudadano no estará garantizada.
No veo valor en una gran inversiòn en tecnología para el voto electrónico cuando la gente no sabe por qué vota, ni para qué vota. Creo que la democracia se construye sobre legitimidad pero ella no proviene solo de un conteo exacto de votos sino de un ejercicio legítimo del poder y de responder a los requerimientos y demandas nacionales (las cuales por cierto no nos nada claras)
En suma, el voto electrónico no resuelve el problema (aun cuando potencialmente crea otros - ver por ejemplo la pelicula "El hombre del año" recientemente estrenada)
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