¿Un Sepia para TIC y desarrollo?

| martes, 5 de julio de 2005
El Seminario Permanente de Investigación Agraria (SEPIA) ha promovido la investigación y contribuido al desarrollo de recursos humanos ligados a la investigación del tema agrario durante los últimos 20 años. Esta experiencia es evaluada en el libro “SEPIA 20 años: evaluación y reflexiones” que cuenta con 2 extensos documentos de evaluación (institucional y de contenido) y con 20 cortas reflexiones. Este interesante documento fue presentado en el Instituto de Estudios Peruanos el Martes 21 de Junio, evento en el que los 2 evaluadores externos resumieron sus puntos de vista. La descripción aquí presentada se basa fundamentalmente en la evaluación institucional a cargo de Julio Berdegué[1] así como en las presentaciones escuchadas ese día y mi corta experiencia de pertenencia a SEPIA. A partir de la presentación de esta experiencia trataremos de explorar la posibilidad de replicarla para el caso del tema de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y desarrollo social.

SEPIA es, sin lugar a dudas, una rara avis ya que se trata de una institución “que promueve la investigación y el debate en el interior de la comunidad académica sobre temas agrarios y rurales, con una perspectiva multidisciplinaria, buscando la incorporación y formación de investigadores de distintas disciplinas, así como la publicación y difusión de resultados de investigación” (Berdegué p. 24). Pese a tener objetivos tan poco comerciales es una institución que no sólo ha sobrevivido sino que ha crecido y se ha afianzado a lo largo de 20 años durante los cuáles se ha visto caer el financiamiento de tipo institucional. Actualmente SEPIA reúne a una parte importante de los investigadores en temas agrarios en el Perú, tiene un ciclo ya establecido de investigación-presentación al que los investigadores se han acostumbrado, promueve a jóvenes investigadores, y sus publicaciones son tomadas como referencia por estudiantes y profesores universitarios.

En el área de uso apropiado de tecnologías de información y comunicación para el desarrollo se han estado haciendo algunas investigaciones en el Perú –mayormente ligadas a proyectos- pero hay muy poca accesibilidad a sus resultados, no hay una comunicación fluida entre investigadores dedicados al tema y pareciera que este tema “forma parte de otros” sin ser un tema de investigación por derecho propio. Podemos agregar –eso creo pero me gustaría ser contradicho- que no hay cátedras universitarias ni revistas académicas dedicadas al tema en el Perú.

La pregunta sobre la que quiero reflexionar aquí es: ¿podemos formar algún tipo de organización que agrupe a investigadores interesados en TIC y desarrollo, organice congresos regulares y publique los resultados de estos? No creo que eso sea algo que pueda contestar por mi mismo, pero un resumen de la experiencia de SEPIA puede servir para ilustrar cuáles serían parte de las condiciones necesarias para generar la organización referida.

SEPIA y su historia
Lo agrario es un tema de preocupación intelectual y académica en el Perú desde mucho tiempo atrás (i. e. Mariátegui)[2]. El proceso de reforma agraria dinamiza el tema produciéndose un gran crecimiento en el volumen y calidad de la investigación agraria. Entre 1976 y 1979 se realizan 4 seminarios nacionales en ciudades de provincia en los cuales “se hizo evidente la necesidad de fomentar y organizar el debate y el intercambio entre los investigadores, para analizar los avances logrados por las diversas investigaciones que de manera dispersa se venían realizando”. (Maletta p. 120).

En 1985 la Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales FOMCIENCIAS[3] encarga a Adolfo Figueroa –profesor de la PUCP- definir una forma de promover el intercambio interdisciplinario entre investigadores interesados en la problemática agraria y es allí que surge SEPIA. Desde el principio se empieza a formar lo que Berdegué llama el “núcleo básico” formado por 30 socios (20% del total) y 17 instituciones que participa constante y sistemáticamente de los seminarios y otras actividades.

Entre 1985 y 1993 SEPIA fue financiado por FOMCIENCIAS. Entre 1993 y 1999 pasó por un período de “vacas flacas” por no tener financiamiento global. Sin embargo esto no llevó a que se suspendieran las actividades típicas de SEPIA sino que se debió conseguir mucho más pequeños financiamientos. El hecho de que SEPIA haya sobrevivido es una prueba de su fortaleza, sin embargo, dice Berdegué “esta situación sólo puede considerarse como una medida de emergencia, puesto que exige una gran dedicación de tiempo ad honorem para la obtención de muchas pequeñas donaciones” (Berdegué p. 51). Desde 1999 ha tenido financiamientos que le han permitido sobrevivir, especialmente por sus bajos costos y eficiencia administrativa.

Las prácticas democráticas en la renovación de autoridades y el equilibrio entre continuidad y cambio en la conformación de Consejos Directivos le han permitido a SEPIA convertirse en una “organización robusta” en el sentido de ser una institución formada por reglas aceptadas colectivamente que se hace sostenible a lo largo del tiempo (Berdegué p. 43). Se ha llegado a estandarizar un “ciclo SEPIA” de dos años de duración entre seminario y seminario (seminario – réplicas en provincias – publicación – términos de referencia para siguiente seminario – becas a investigadores – seminario).

En resumen, SEPIA consigue surgir porque hay un tema de investigación establecido -el que tiene un “boom” a raíz de las transformaciones que se venían dando-, hay un grupo importante de investigadores que demuestra interés en generar un espacio común y se consigue apoyo institucional, el compromiso de sus socios, la buena administración y la prácticas democráticas y participativas de su directiva se muestran como condiciones de su continuidad.

Logros de SEPIA
Como dice Julio Berdegué “hay dos áreas en las que se puede afirmar sin temor a equivocarse que SEPIA ha hecho aportes sustantivos al Perú: (a) la producción intelectual y el desarrollo académico en temas agrarios y rurales, y (b) la formación de recursos humanos para la investigación y el desarrollo.” (Berdegué p. 26). Su aporte al desarrollo académico consiste en haber promovido la investigación y su divulgación dentro del país, consiguiendo que el Perú sea uno de los pocos países en América Latina en los que se da un análisis riguroso sobre las transformaciones agrarias; en que SEPIA se ha vuelto un eficiente mecanismo para el intercambio de ideas sobre los temas de su interés; en sus libros, que se han vuelto referencia obligada en universidades y ONG; en la promoción del debate y reflexión multidisciplinaria; y en haber estimulado que se agregara valor a la investigación que se estaba produciendo. En cuanto a la formación de recursos humanos, SEPIA ha empujado el desarrollo de nuevas generaciones de investigadores en temas agrarios a partir del concurso de becas y de ponencias, siendo además un espacio de formación continua debido a la interdisciplinariedad y a la introducción de nuevas temáticas o metodologías.

A esto habría que agregar aportes a las ONG por la difusión de temas y metodologías de investigación, y a muchos proyectos de desarrollo por darles justificación académica. En general, el principal aporte de SEPIA “ha sido la construcción de un espacio de diálogo entre personas provenientes de distintas disciplinas y ocupaciones”. (Berdegué p. 58).

Nos parece importante resaltar que se haya estimulado “un esfuerzo de muchas ONG, consultoras o departamentos universitarios, por <> a una cantidad de productos de proyectos de sistematización, diagnósticos, evaluaciones de impacto, etcétera, mediante un esfuerzo adicional de rigurosidad metodológica y analítica, para obtener un producto de investigación que arroje luces de validez más general, ahí donde sólo existiría un trabajo aplicado a alguna situación concreta.” (Berdegué p. 52-53). Así como en cuanto a cuestiones agrarias, hay mucha investigación en TIC y desarrollo que se queda al nivel micro por no tener donde mostrarse.

Debilidades de SEPIA
Ente sus debilidades se señala que SEPIA no ha logrado influir en políticas públicas en la medida de lo esperado – en parte por la ausencia de análisis prospectivo-; que, pese a intentarlo, no ha conseguido desarrollar a las universidades públicas de provincias; que ha tenido un sesgo que ha dejado parcialmente de lado la agricultura más moderna como tema; y que no ha conseguido ser tan interdisciplinaria como señalan sus objetivos, teniendo una mayor representación de científicos sociales que naturales.


¿Cómo se explica la sostenibilidad de SEPIA?
Según Berdegué grafica, “SEPIA desafía las leyes de la gravedad institucional: debería haber caído, pero no lo ha hecho” (p. 65). Para describir porque SEPIA ha sido sostenible presenta 10 razones explicativas:

  1. El núcleo fundador, formado por intelectuales y académicos de prestigio que se conocían entre sí y que se comprometieron con el proyecto de crear este “bien público”.
  2. Los Consejos Directivos integrados siempre por personas de muy alta calidad y comprometidas, y en los que ha habido continua renovación.
  3. El producto SEPIA estandarizado.
  4. Un nicho de mercado: la interdisciplinariedad.
  5. La ausencia de incentivos para el conflicto de poder ya que SEPIA no compite con las instituciones que lo apoyan y donde sus integrantes trabajan.
  6. El compromiso de un núcleo numeroso de socios que asisten a la mayoría de los seminarios, y colaboran y participan de muchas actividades.
  7. El compromiso de organizaciones aliadas que siempre participan de los seminarios y le permitieron sobrevivir cuando no hubo financiamiento externo[4].
  8. La renovación generacional lograda por la promoción de la participación de jóvenes profesionales.
  9. La renovación programática debido a la apertura a nuevos planteamientos en los seminarios, los que permiten la introducción de éstos en la práctica de los asistentes y en lectores de los libros.
  10. Los donantes, la eficiencia administrativa y los bajos costos.

¿Cuán replicable es SEPIA?
Creo que si reconocemos en el tema de TIC y desarrollo social algunas de las características que permitieron a SEPIA surgir podemos pensar que aprendiendo de su forma de actuar –lo que va más allá de este artículo- podríamos formar un espacio similar que promoviera la investigación en TIC y desarrollo social, apoyara su reconocimiento en el mundo académico, impulsara el desarrollo de nuevos investigadores y diera un espacio fecundo al intercambio multidisciplinario.

Puntos de partida
No he hecho un levantamiento de información sobre el estado de la investigación en TIC y desarrollo en el Perú, y esa sería parte de la tarea que tendríamos por delante, pero se puede afirmar que:

  1. El tema de TIC y desarrollo social está instalado en agenda. La simple instalación de infraestructura está bastante cuestionada y la búsqueda de alternativas para un uso eficiente de las TIC es constante.
  2. Existe un importante número de investigadores viendo temas relacionados a TIC y desarrollo. Estos investigadores vienen de distintas disciplinas como economía, sociología, antropología, informática o bibliotecología, conozco personalmente a una decena y he leído a otros más, y creo que en líneas generales existe la comprensión de que se requieren múltiples visiones y no visiones parciales para comprender el fenómeno al que nos enfrentamos.
  3. Existe muchísima “investigación primaria” –por llamarla de alguna manera- consistente en diagnósticos, evaluaciones o consultorías que no tienen dónde darse a conocer para crecer hacia ser un “producto de investigación que arroje luces de validez más general”.
  4. Ciertamente, si bien el tema TIC es importante a nivel político y de los medios, en el mundo académico este no está articulado: se trata el tema dentro de algunos cursos en varias carreras universitarias pero, salvo en Ciencias de la Comunicación, la preocupación por la temática no lleva a crear cursos específicos.
  5. Como ventaja frente a SEPIA, creo que si contamos con cierta permeabilidad en ambientes políticos y algo de experiencia haciendo influencia. Es más, el estar dentro del tema nos lleva a entender que a cada público hay que llegar con discursos apropiados, así no nos pasaría los que dice Berdegué tomando palabras de Álvaro Quijandría “que SEPIA escribe para SEPIA” (p. 56).

Proponiendo una agenda
Para formar un espacio como SEPIA para el tema de TIC y desarrollo necesitaríamos primero definir más claramente los objetivos. Para ello se requiere formar un grupo promotor en el que considero deberían participar personas que puedan “representar” a miembros de los distintos grupos que podrían estar en el “núcleo básico”. El grupo promotor debería tener, por ejemplo, miembros de universidades (PUCP y UP, por ejemplo), institutos de investigación (GRADE, IEP), ONG (ITDG, CEPES) e instituciones gubernamentales (DGIA).

Este grupo promotor tendría que empezar por buscar apoyo institucional y forjar una agenda de investigación a corto y mediano plazo. En cuanto a apoyo institucional considero que se debe empezar por interesar a las instituciones de las que formamos parte (muchas de ellas miembros de SEPIA por coincidencia) a impulsar este espacio. La agenda de investigación podría incluir temas tales como sostenibilidad de aplicaciones de TIC para el desarrollo, desarrollo de contenidos, telecentros como herramienta, accesibilidad e inclusión de minorías o grupos sub-representados, uso de software libre, la relación con espacios de participación, concertación y planificación del desarrollo local.

Luego habría que definir dónde y cómo hacer una especie de congreso fundacional, pero primero lo primero.

[1] Evaluación institucional de SEPIA / Julio A. Berdegué, Pilar Jano y Charlotte Renard. En: SEPIA 20 años: evaluación y reflexiones / SEPIA. Lima: 2005. pp. 17-110
[2] El contexto histórico presentado se basa fundamentalmente en: “Veinte años de SEPIA: una mirada a la investigación” / Héctor Maletta. En: SEPIA 20 años: evaluación y reflexiones / SEPIA. Lima: 2005. pp. 111-219
[3] No pude encontrar una página Web e imagino que ya está desactivada.
[4] El informe menciona a las ONG CBC, CEPES, CIED, CIP, CIPCA, CIUP, DESCO, GRADE, IDEAS, IEP, ITDG, SPDA, y a las universidades PUCP, UNALM, UNA, UNC y UNSM.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Juanfer, para mi SEPIA es una novedad, gracias por compartir esta información con nosotros. Me parece interesante la propuesta para "formar un espacio como SEPIA para el tema de TIC con personas que puedan 'representar' a miembros de universidades, institutos de investigación, ONG e instituciones gubernamentales".

Tendríamos así un espacio para investigadores sobre TICs y agricultura y podríamos fomentar otro espacio para los actores que trabajan directamente en los proyectos o telecentros, y lograr que ambos encuentren un lugar común. Una idea que quizás ya se le ocurrió a varios involucrados en el tema, pero que creo vale la pena mencionar.

Anónimo dijo...

Seria interante hacer participar a los mismos habitantes para q poco a poco se vayan involucrando en ello. Todavia se observa en Peru q se siguen formando grupos y grupos aun no hay el trabajo en conjunto para poder integrarnos todos.

Cordialmente,

Lady Murrugarra

Anónimo dijo...

Enjoyed a lot!
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