Sostenibilidad de Telecentros: Siempre es más fácil si el caballo también quiere ir

| jueves, 12 de agosto de 2004
por Jorge Bossio M.

Mi abuelo solía decir que era mas fácil el viaje si el caballo también quería ir al mismo lugar, esto es, no obligarlo con el fuete a ir cuesta arriba y con las alforjas llenas, sino formando un equipo, permitiéndole formar parte del proceso. Es fácil decirlo, pero realmente hay que conocer mucho al caballo para poder lograrlo ¿no?.


Lo mismo pasa con nuestros proyectos de TICs en áreas rurales, sabemos que es mejor si logramos que todos los actores coincidan en objetivos e intereses, pero en la realidad esto no sucede con mucha frecuencia.


Cuando jugábamos a la sostenibilidad con “Escaleras y Serpientes”[1] hace varios meses en Quito, recuerdo que en la discusión reconocíamos la importancia de impulsar procesos desde abajo sin dejar de incluir a “los de arriba”. Hablábamos de sostenibilidad social basada en el diálogo, la comprensión, la organización local, la comunión de objetivos y metas. Hablamos también de sostenibilidad política , de la necesaria relación con los grupos de poder y la búsqueda de consensos dentro de procesos participativos; también de sostenibilidad tecnológica y , cómo no, de la sostenibilidad financiera, tan complicada, especialmente por el hecho de trabajar en áreas rurales escasamente pobladas donde la sostenibilidad es difícil de alcanzar porque la infraestructura es con frecuencia inexistente y los costos de manutención de equipos son altos, mientras que la demanda local es esporádica y su poder adquisitivo limitado (Proenza, 2003).[2]

Pero ... ¿por dónde comenzar? Al parecer nos quedó claro que por todas partes. Que son cuatro formas de ver el mismo problema, son cuatro patas de una misma mesa, son eslabones de una misma cadena y que sin sostenibilidad social, política y tecnológica no se lograría tampoco la sostenibilidad económica (Muñoz y Tipán, 2001)[3]

La historia que cuento a continuación tiene mucho que ver con esto, me ayuda a seguir aprendiendo sobre los procesos que impulsan los telecentros y cómo éstos deben acompañar y acompañarse por aquellos para así mantener fuertes las patas de la mesa que se debilitan y se rompen con mayor frecuencia.

Es un capítulo mas de la historia, viva por cierto, de un telecentro ubicado en la localidad de Challhuahuacho, provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac, Perú.[4]

Noticias ... pero de las malas

Había estado muy preocupado esos días, desde el 2 de julio no me había podido comunicar con Challhuahuacho por problemas con el messenger (quizás el medio más eficiente y directo de comunicación con los compañeros que administran el telecentro), había quedado pendiente una reunión muy importante para la renovación del convenio entre el municipio y Quipunet[5], pero ese lunes logré contactar a Carlos Bustamante, uno de los responsables del Bibliocentro, para preguntarle sobre el resultado de las conversaciones.


— triunfó la mentira y el infundio –me dijo– la decisión se ha tomado a espaldas del pueblo entre cuatro paredes ...

— pero ... – interrumpí – ¿no se firmó el convenio?

— No, tendremos que cerrar.

Reconozco que habíamos pensado en que esto podría pasar, pero no reaccionamos suficientemente a tiempo.

El proyecto minero y su influencia

Ya en Marzo, cuando se recibió el reconocimiento del BID como proyecto innovador, habíamos discutido sobre las oportunidades pero también los problemas que podría acarrear a la población y al proyecto el lanzamiento del proyecto Minero Las Bambas, no por el proyecto en sí, del cual hasta ese momento conocíamos muy poco, sino por la “fiebre de oro” que genera este tipo de enclaves mineros, fiebre que alcanza a todos: pobladores, empresarios, autoridades, lideres ... todos.


¿Qué vendrá con la mina? Nos preguntábamos. Primero los ingenieros, ellos necesitarán servicios, vivienda y alimentos, llegarán con dinero, mucho mas dinero del que nunca ha habido en la comunidad. Luego llegarán los delincuentes.


llapan p'asñakuna chichuyarunqaku”[6] dijo una comunera a Marleni Cruz, bibliotecaria de Challhuahuacho, hablando sobre lo que traerá la mina, y no estaba muy lejos de la realidad. Ya algunos meses atrás cuando se iniciaron las tareas de evaluación de la mina, muchos ingenieros de minas (y otros que no lo eran) fueron hasta Challhuahuacho y permanecieron allí algunos días y noches.

— Precisamente durante esas noches lograban hacerse acompañar por jóvenes estudiantes... – Me confesó, con pena e impotencia un profesor Tambobambino.

— ¿Qué podemos esperar? – decía – si nuestras jóvenes se venden por algo de dinero o por la esperanza de que alguno de estos ingenieros les permita salir de aquí, así es la pobreza amigo – continuó – ojalá pudiéramos hacer algo para que esto cambie ...

El entorno del proyecto minero se presenta confuso, dónde pareciera haber consenso en que el proyecto generará riqueza aún sin quedar claro cómo se distribuirá, lo que genera desconfianza entre aquellos que, con justificada razón, creen que asumirán la mayor parte de los costos y la menor parte de los beneficios. Un entorno en el que la desconfianza hacia los actores externos (gobierno, Proinversión, congresistas, empresarios mineros, autoridades, CONACAMI, ONGs) es alta, mas aún cuando, luego de sentirse olvidados y excluidos por el centralismo limeño y abancaíno (capital de Apurimac), reciben una avalancha de ofertas y propuestas (a favor y en contra del proyecto) tratando de convencerlos de algo y en algunos casos intentando obtener de ellos firmas de adhesión o compromiso, sin antes propiciar un entendimiento cabal del proyecto, su proceso e implicancias directas e indirectas para los pobladores.

Dentro de este entorno, el bibliocentro tenía la oportunidad de constituirse como un proveedor de información fresca y transparente, que no intervenga impulsado por intereses económicos o políticos, y que, basado en la confianza que puede obtener de parte de la población, permita desarrollar capacidades locales para afrontar el gran reto que les impone este proyecto minero.

Esto implica una actitud mediadora, creando un espacio de conciliación y participación, posibilitando un proceso transparente ... algo muy peligroso para los ojos de las partes en conflicto.

Por otro lado, muchos observaron que el bibliocentro concentraba la atención de la población y que era algo “querido” por el pueblo, por lo que empezaron a pensar en que para llevarse bien con la gente ... había que “darles internet”. Pero para ello era necesario, ante todo, erradicar a estos muchachos que no tomaban parte y que se mostraban tan retadoramente independientes.

La tentadora oferta de parte del gobierno central a través del Consejo Nacional de Descentralización (CND) y el Ministerio de Educación para el establecimiento de "Centros de Innovación Municipal Huascarán (CIMH)"[7] presentaba una buena oportunidad para que el alcalde logre “independizarse” y lograr ofrecer por sí mismo el servicio. Mediante la firma de un convenio entre el alcalde y el Ministerio de Educación, el municipio lograría contar, de acuerdo con lo establecido en el modelo publicado en el sitio web de CND[8], con acceso gratuito a Internet por un periodo de 2 años.

A la tan tentadora gratuidad, se sumaron ofrecimientos varios, como el que al parecer hiciera el personal de Proinversión, relativos a “instalar Internet” en las comunidades campesinas y así poder mostrar anticipadamente los beneficios que podría traer la mina.

El 13 de Julio, Carlos me escribía:


— bueno..ya las cosas ... están definidas ... se hizo todo lo que estuvo en nuestras manos...negociación, renegociación, conversaciones.. tratando de salvar situaciones..

— Finalmente la decisión – continuó – ha sido suspender el Proyecto Bibliocentro Challhuahuacho ...

El bibliocentro estaba cerrado al público y mientras empacaba, Carlos pensaba en nuevos proyectos: Hacía poco los habían buscado de Tambulla, centro poblado menor del distrito, y de Cotabambas, otra capital distrital de la misma provincia, interesados en replicar la experiencia de Challhuahuacho ... una experiencia que se veían obligados a abandonar.

Pero no todo estaba perdido ...


Durante los dos días que el bibliocentro estuvo cerrado, los niños estuvieron jugando pelota en la plaza pues ya no había un lugar para estudiar y se preguntaban ¿por qué? ... luego fueron a sus casas y hablaron con sus padres.

El 14 de Julio en la noche, luego de una multitudinaria protesta de parte de la Asociación de Padres de Familia de Challhuahuacho, el alcalde se vio obligado a renovar el convenio hasta fines del mes de Diciembre para que el bibliocentro siga funcionando.

Paola Bazán (quien representó a Quipunet en la firma del convenio) escribía a sus compañeros, poco después:

“El día miércoles en la noche se firmó el convenio con el Municipio Distrital de Challhuahuacho y QuipuNet que permitirá el funcionamiento del Bibliocentro hasta fines de Diciembre.

Cabe resaltar que en este convenio también han firmado dos padres de familia quienes en representación de las asociaciones de padres actuaran como mediadores en todo este proceso.”


Los padres de familia lograron lo que parecía imposible. Lograron hacer prevalecer su bienestar, hacer que algo que reconocen como bueno y beneficioso para sus hijos se mantenga y no sea objeto de disputas ni manejos políticos, algo que ahora asumen como suyo y que por ello están dispuestos a participar en el proceso.
Conclusiones ... aún cuando nada ha concluido ... felizmente

Quizás el reto mas importante de todo telecentro se encuentre en lograr institucionalizarse, en lograr formar parte de la comunidad y no permanecer como un agente externo que un día llegó y que luego se irá.


El apoyo que encontraron Marleni y Carlos, aún cuando lo merecían, fue casual, no lo buscaron, y eso fue un error. Aún contando con el apoyo de organizaciones importantes como Quipunet rurales del Perú), aún contando con premios del BID, aún contando con suficiente personal capacitado y motivado ... el bibliocentro de Challhuahuacho no podría sobrevivir sin el apoyo de la población organizada.


“Para mí, la sostenibilidad de los telecentros comienza en el momento en

que las personas de la comunidad sienten necesidad de

solucionar o satisfacer ciertos requerimientos o necesidades, es

cuando buscan alternativas y herramientas que les sean de utilidad para

dar solución a estas necesidades o requerimientos (...)”[9]


Finalmente debemos terminar de aprender lo que nos decía el juego de las escaleras y la frase del abuelo y recuperar la vocación por la formación de equipos, por la búsqueda de consensos, por la integración de los telecentros en los procesos locales ... en fin tratar de “querer ir todos hacia el mismo destino” ... y así lograrlo.
NOTAS


[1] Los resultados del juego pueden verse en ftp://chasquinet.org/pub/docs/resultado/ serpientesyescaleras.doc

[2] Proenza, Francisco . La sustentabilidad de los telecentros: Mitos y oportunidades. Centro de Inversiones, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, 2003

[3] Muñoz, Giovanna; Tipán, Giovanna. TELECENTROS, TEJIENDO CONSENSOS: sobre lecciones aprendidas. Recurso electrónico: http://www.chasquinet.org/telelac/docus.html . visitado el Miércoles, 28 de Julio de 2004

[4] Para mas información sobre esta experiencia ver http://tic_rural.blogspot.com/2004/06/visita-al-bibliocentro-de.html

[5] Institución conformada por voluntarios que ha impulsado el proyecto del Bibliocentro Challhuahuacho

[6] Significa “todas las niñas estarán embarazadas” en quechua.

[7] Centros de cómputo ubicados en las propias Municipalidades que servirían para dar acceso a Internet de los estudiantes y profesores de los Centros Educativos, a los funcionarios de la Municipalidad, así como de la población en general.

[8] ver http://www.ofimatic.cnd.gob.pe/data/varios/modelohuascaran.doc

[9] Marcelo Galarza en un mensaje a la lista de somos@telecentros el 18/07/2004

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Jorge Bossio:

Personalmente, hace solo unos días pude ver lo que usted publicó en http://tic_rural.blogspot.com, y otros sitios Web en Internet. "Sostenibilidad de Telecentros, un artículo titulado "Siempre es más fácil si el caballo también quiere ir".
Le agradezco el escribir de nosotros, gracias también por valorar nuestra experiencia; pero es el caso que en el indicado artículo, Ud. hace referencia a "supuestos" acontecimientos ocurridos en Challhuahuacho por la firma del convenio entre la Ong QuipuNet y la Municipalidad Distrital de Challhuahuacho.
Como una testigo presencial al igual que Ada Hofman, Marleni Cruz, quiero aclarar que en ningún momento la ONG QuipuNet decidió suspender el proyecto Bibliocentro Challhuahuacho, y tampoco es cierto que no se buscó el apoyo de la comunidad como Ud. lo indica.
Y como es de su conocimiento, el proyecto del bibliocentro de Challhuahuacho, se hizo realidad a la colaboración de la ONG Quipunet, quienes nos apoyaron denodadamente y es por estas razones advierto que en su artículo hay una impresición que a parte de ser injusta con Quipunet es soslayar la labor de una de sus sus miembros, quien nos acompañó por tres semanas en el lugar de los hechos para lograr la renovación del convenio; y en ningún momento Quipunet quiso suspender el proyecto Bibliocentro Challhuahuacho y tampoco es real los otros dos puntos arriba anotados.
Por estas razones, agradecería se sirva realizar las rectificaciones del caso y ajustar su artículo a la verdad de lo acontecido,
En la Web de la Asociación Callpas, hay una versión oficial de esos acontecimientos, con los que puede corroborar los datos.
Atentamente,
Amalia Cruz Coll Cárdenas

Anónimo dijo...

Sr. Jorge Bossio:

Personalmente, hace solo unos días pude ver lo que usted publicó en http://tic_rural.blogspot.com, y otros sitios Web en Internet. "Sostenibilidad de Telecentros, un artículo titulado "Siempre es más fácil si el caballo también quiere ir".
Le agradezco el escribir de nosotros, gracias también por valorar nuestra experiencia; pero es el caso que en el indicado artículo, Ud. hace referencia a "supuestos" acontecimientos ocurridos en Challhuahuacho por la firma del convenio entre la Ong QuipuNet y la Municipalidad Distrital de Challhuahuacho.
Como una testigo presencial al igual que Ada Hofman, Marleni Cruz, quiero aclarar que en ningún momento la ONG QuipuNet decidió suspender el proyecto Bibliocentro Challhuahuacho, y tampoco es cierto que no se buscó el apoyo de la comunidad como Ud. lo indica.
Y como es de su conocimiento, el proyecto del bibliocentro de Challhuahuacho, se hizo realidad a la colaboración de la ONG Quipunet, quienes nos apoyaron denodadamente y es por estas razones advierto que en su artículo hay una impresición que a parte de ser injusta con Quipunet es soslayar la labor de una de sus sus miembros, quien nos acompañó por tres semanas en el lugar de los hechos para lograr la renovación del convenio; y en ningún momento Quipunet quiso suspender el proyecto Bibliocentro Challhuahuacho y tampoco es real los otros dos puntos arriba anotados.
Por estas razones, agradecería se sirva realizar las rectificaciones del caso y ajustar su artículo a la verdad de lo acontecido,
En la Web de la Asociación Callpas, hay una versión oficial de esos acontecimientos, con los que puede corroborar los datos.

Atentamente,

Amalia Cruz Coll Cárdenas

Anónimo dijo...

la versión oficial se encuentra en el siguiente enlace: http://www.asociacioncallpas.org/convenio.html

Anónimo dijo...

Sr.
Jorge Bossio

Por intermedio de la presente, le saludamos cordialmente, y a la vez queremos hacerle llegar nuestros comentarios sobre su artículo "Sostenibilidad de Telecentros: Siempre es más fácil si el caballo también quiere ir", publicado en http://tic_rural.blogspot.com.
Entendemos que el citado artículo resalta la importancia de la sostenibilidad social de los telecentros a través de la apropiación del mismo por parte de la comunidad, punto con el que estamos completamente de acuerdo; y en el que QuipuNet y Callpas vienen trabajando en conjunto para lograrlo.
Sin embargo, para fortalecer su análisis, Ud. comenta la situación vivida en Challhuahuacho a raíz de la firma del convenio entre la Ong QuipuNet y la Municipalidad Distrital. Es en este punto, que quisiéramos aclarar, que en ningún momento la Ong QuipuNet decidió suspender el proyecto Bibliocentro Challhuahuacho, al contrario, consideramos de suma importancia brindarles todo el apoyo necesario en caso de trasladarse a otra ubicación dentro del mismo distrito. Todo ello, se hizo en trabajo conjunto con miembros de la comunidad, precisamente con la finalidad de que ellos tuvieran mayor participación de la que ya tenían hasta ese momento en el proyecto. Situación, que en efecto, logramos tener éxito, al contar con el apoyo unánime de los padres de familia.
Entendemos y agradecemos su interés por escribir artículos relacionados con este tipo de temas, pero consideramos de suma importancia, que estos deben ser relatados conforme ocurren los sucesos, independientemente si se trata de contar la historia o analizarla.
Por eso es sumamente importante que se verifique siempre la información que obtiene de sus fuentes y pueda contrastarla con lo que realmente está ocurriendo, como se suele hacer en la mayoría de los casos. Agradeceríamos, que si Ud. desea obtener información de la fuente primaria, se dirija a los canales adecuados dentro de cada institución, quienes gustosos le brindaremos todas las facilidades del caso para que Ud. tenga la información verdadera como siempre hacemos en cada uno de nuestros proyectos.

Atentamente

Consejo Directivo de QuipuNet

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